Domingo. Decido levantarme a las 6:30, para poder avanzar en algunos proyectos, mientras los demás siguen durmiendo. Cumplo con los rituales: baño, comida al gato y café.
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| Qué lindo disfrutar de la mañana, lalalalalala. |
En algún momento Theremin, nuestro minino, me deja saber que es momento de abrirle la puerta para ir a jugar. Ni bien salimos se pone a bufarle a la cajonera que tenemos en el patio/taller/lavadero.
Se lo que eso significa. Si me agacho voy a encontrar a un gat@ blanc@ debajo. Nos viene a visitar de vez en cuando. Hoy me enteré que es hembra. De esta manera:
Lo primero que pense, presa del pánico, es "cómo me deshago de esto". Viste que uno no sabe de lo que es capaz hasta que se enfrenta con una situación límite. Bueno, hoy comprobé lo que sospechaba: la imagen de la bolsa con gatitos tirada por ahí me parecía más asquerosa y deplorable que nunca.
Ante el espectáculo de un nacimiento, el pánico aflojó. Es lo que hay y es hermoso. Vamos a solucionarlo paso por paso.
Aproveché para buscar la cámara y retratar ese momento de vida llegando. Solo unas pocas fotos para no molestarlos demasiado.
Después de una búsqueda rápida en internet, aprendí que lo mejor por el momento era ponerle agua y comida cerca para la mamá (que ya comió y bebió con ganas), unas mantitas o sabanas cerca, y dejarlos ser.
Entonces pude despegarme y ver que esto también es una oportunidad para aprender un montón. Esa mini revelación me ayudo a no prestar tanta atención a las preocupaciones que acechan: falta de tiempo y dinero.
¿Alguien pasó por algo similar? ¿Algún consejo?
